Nos pasamos el año deseando que
lleguen las vacaciones de verano, soñando con destinos idílicos. Pero, en
muchas ocasiones, no podemos tener las vacaciones deseadas.
Podemos agobiarnos por la falta
de actividad, al fin y al cabo, la gran mayoría somos amantes de la rutina y de
la organización de nuestro tiempo. Cuando tenemos tanto tiempo libre somos
incapaces de hacer algo diferente y creativo. En definitiva que nos
encontramos, deseando volver al trabajo lo antes posible.
Yo os propongo que con todo este
tiempo para nosotros, redescubráis pasiones y hobbies olvidados.
Además, quizás sea ésta la mejor
oportunidad para poder hacer balance de todo lo que hemos hecho durante el año
y planificarnos para el próximo año que empieza. Revisar nuestros objetivos
vitales y plantearnos nuevas metas, quizás sea mejor hacerlo en un espacio de
tranquilidad. Que mejor momento, que las vacaciones de veranos, para hacer autoanálisis,
aunque no sea debajo de un cocotero….
Un ejercicio muy útil y a la vez
divertido, es comprarte una agenda escolar… Al fin y al cabo, nuestro año en
muchas ocasiones empieza a la vuelta de las vacaciones de verano y no, cuando
nos tomamos las uvas.
Cuando te hayas hecho con tu
agenda escolar, plantéate objetivos trimestrales como cuando éramos niños y
establece metas a corto plazo para poderlos conseguir. Al acabar el trimestre,
haz una pequeña evaluación, de los logros conseguidos y en el caso de haber cometido errores, analizarlos a tiempo y darles una solución
más eficaz.
¿Qué te parece la idea? Anímate a
resetearte y disfruta de tus días de ocio.
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