Dice Daniel Goleman, que las personas que están dotadas de esta competencia:
- Gobiernan adecuadamente sus sentimientos impulsivos y sus emociones conflictivas.
- Permanecen equilibrados, positivos e imperturbables aun en los momentos más críticos.
- Piensan con claridad y permanecen concentrados a pesar de las presiones.
De lo que se trata no es de reprimir las emociones conflictivas que puedan surgir en determinado momento, quizás lo más interesante de todo es aprender a canalizarlas de forma constructiva, aunque esto es difícil, eh??
Si pensamos en momentos pasados, que ya no podemos cambiar, momentos críticos, en los que explotaron nuestras emociones más conflictivas. No se trata de decir: "hubiese dicho o hecho esto o lo otro", en muchas de las ocasiones se puede actuar de la misma manera, pero si cambiamos las formas y las emociones conflictivas que envuelve cada uno de esos momentos, hubiese cambiado el resultado considerablemente.
Esta capacidad unida con la integridad y confiabilidad en nuestra forma de actuar, nos permite mostrar lo que opinamos y nuestros puntos de vista de una forma totalmente distinta.
Os propongo un ejercicio, prueba a decir un mensaje importante y cambia el estado de ánimo que le acompaña a dicho mensaje, los resultados en la reacción de la/-s persona/-s que reciben ese mensaje cambia considerablemente. Sé que muchas veces el estado de ánimo o las emociones que acompañan a una acción o a un mensaje no se pueden cambiar, pero sí se pueden controlar en cierta medida y posteriormente canalizar esas emociones de forma constructiva.
La verdad es que esta competencia es muy difícil de interiorizar y no todo el mundo consigue regular en cada momento de crisis sus emociones de la forma más coherente, todos en un momento u otro nuestras emociones nos desbordan.
Además, debemos de tener en cuenta que se trata de conseguir un equilibrio, cualquier exceso o ausencia en el control de nuestras emociones acabara en desastre seguro.
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