Si hay algo generalizado en todas
las fobias y miedos, es el temor que sentimos por una situación en concreta.
La técnica por excelencia es la
exposición, exponernos al objeto de nuestro miedo además de ser un acto de valentía
nos permite prácticas técnicas para que ese temor se disminuya hasta
desparecer.
¿Qué pasa cuando no nos exponemos
a nuestros miedos? Conforme pasa el tiempo nuestro miedo crece, se hace cada
vez más grande y más angustiante. Por lo tanto, no enfrentamos a nuestros
miedos o vivir como si no existiesen es peor.
Quiero hacer una matización,
estoy hablando de miedos irracionales.
Son miedos que adquirimos a
momentos o cosas insignificantes.
Tener en cuenta una cosa, estos
miedos en muchas ocasiones nos impiden avanzar y desarrollarnos en nuestro día
a día, es por este motivo que quiero explicaros algunas técnicas de las muchas
que hay para poder controlar el miedo.
La primera de todas ellas lo que
pretende es confundir nuestros recuerdos, aunque penséis que es bastante difícil,
si confundimos lo que hemos sentido en situaciones anteriores y conseguimos
desmitificarlas, conseguiremos disminuir el efecto negativo.
Imaginemos a una persona, que
tema tener que hablar con personas desconocidas.
A priori es una situación
irracional porque no hay nada malo en iniciar una conversación con personas
desconocidas.
El origen de este temor estoy
segura que arrancará de alguna experiencia previa en la que esta persona se lo
haya pasado mal, ridícula y no desee experimentar de nuevo esta situación.
Por este motivo, evita
situaciones de este tipo y así evita pasarlo mal.
Conforme pasa el tiempo,
mitificamos estas situaciones pero no para bien, sino para mal. Con lo cual el
miedo puede aumentar, impidiéndonos incluso ir a comprar a sitios donde no
conocemos a nadie, buscar un nuevo empleo, coger el teléfono a números
desconocidos. Fijáos en lo que se puede convertir un miedo, se puede convertir
en un trastorno grave, que impida relacionarnos y seguir avanzando.
Una de las técnica que os quiero enseñar y que es muy útil para desmontar los recuerdos negativos de situaciones en las que lo hemos pasado mal, consiste en la
visualización.
¿En qué consiste la visualización?
Consiste traer a tu mente situaciones vividas anteriormente en las que te lo
hayas pasado francamente mal.
¿Cómo hacerlo? Yo aconsejo que se
haga de noche, antes de dormir, en situación de relajación. Tumbado en la cama
sería genial.
Muy bien, ahora que estamos
tumbados en la cama y hemos traído a nuestra mente uno de esos momentos vividos
con anterioridad. Vamos a cambiar las sensaciones. Cambia la sensación de
inseguridad por la seguridad, la de ansiedad por la de sosiego… Recuerda que
estás en una situación controlada y tú eliges como sentir y no tu recuerdo. El
control es únicamente tuyo.
Pruébalo, practícalo. Cuéntame
cómo te sientes si cambias tus sentimientos, tus emociones en esos momentos en
los que lo has pasado mal.
No sólo con la visualización se
eliminan las fobias pero es un primer paso para controlarlas, analizarles y
sobretodo, darse cuenta del origen de las mismas.
¡Hasta pronto!
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